Patricia Mercado: sentimientos encontrados

Hacer un comentario editorial supone conocer a fondo el tema a tratar; de otra forma, las imprecisiones saltan a la vista y el autor se muestra como un ignorante. Lo anterior es debido a que, recientemente, me hallé con dos editoriales que bien pueden ilustrar ambas posturas.

El primer artículo Patricia Mercado: palabra de mujer, cuyo autor es Jorge Camil, demuestra un entusiasmo que documenta oportunamente los aciertos de Patricia Mercado en el pasado debate presidencial (al que otros llamaron "debatito"), poniéndolos en contexto y relacionando la figura de la candidata con otras figuras mundiales, representantes de la izquierda democrática.

Por otro lado, Jesús R. Cedillo, del diario Vanguardia, denota una indignación que lo lleva a descalificar las propuestas de la señora Mercado en su columna "Contraesquina: Patricia Mercado". Lo lamentable del caso, es que el autor se permite asegurar que:

Mercado está inmersa en un discurso excluyente y sólo se dirige a un estrato manipulable e identificado en la sociedad porque, al parecer, ya son mayoría: es el estrato de los drogadictos, los homosexuales que ya son legión, las lesbianas, las familias disfuncionales y en fin, esos nichos de mercado electoral que redundan en una intolerancia al revés.

Si se desconoce el porqué Patricia Mercado ha venido reiterando en su discurso la reivindicación de los derechos de homosexuales y lesbianas, entre otras minorías desfavorecidas, es muy fácil incurrir en este tipo de opiniones infortunadas. Parece que el señor Cedillo no prestó la atención suficiente, cuando la candidata contextualizó estas y otras declaraciones, ya que, justamente, según la opinión de la propia Patricia Mercado, lo que le falta a este país para asegurarse un porvenir promisorio es erradicar la discriminación en todas sus formas. Baste con citar algunas de las palabras de Patricia para dejarlo en claro:

Yo quiero ser la presidenta de las mayorías, mayorías formadas por muchas diferencias, las mujeres, somos el 53 por ciento del padrón electoral y les he dicho que si tienen ustedes confianza en ustedes mismas, pueden llevarme a mí a la Presidencia de la República; 13 millones de jóvenes que van a votar por primera vez, su opción el dos de julio es: los candidatos de los partidos de siempre o construir una alternativa.

Quizá como el editorialista de Vanguardia, muchas buenas conciencias se molestaron al escuchar a esta mujer que no se autocensura para conseguir el voto fácil y convenenciero; pero habrá muchos más, contrarios a estos retrógradas, que sabrán distinguir la probada ética de Patricia Mercado, a quien hay que creerle cuando sus ejemplos son extraídos de la realidad palpable, y no de aquél cuento de hadas llamado Foxilandia, donde cualquier traza de ir contra los convencionalismos es tachado de inmoralidad.

Comentarios

  1. Anónimo8:25 p.m.

    Jesús R Cedillo ha dado muestras de su incongruencia permanentemente no me extraña en lo más mínimo sus comentarios, es el tipo de periodista que se vende al mejor postor e inclina la balanza por el lado que mejor le conviene. En escencia el racismo en nuestra época es algo muy estúpido.

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