Chale con los chescos

Cuando hice mi servicio social en el hoy desaparecido Instituto Nacional Indigenista, mi trabajo consistía en calificar vídeos (es decir, verlos y escribir una pequeña ficha técnica de los mismos), y uno de ellos me pareció bastante curioso, pues se trataba de una solitaria ceremonia rarámuri -si no mal recuerdo- en la cual, se comía carne de venado y una coca cola. Con esto tuve suficiente para entender que los hábitos gastronómicos de la raza no son del todo saludables, cuando prefieren su ración de aguas negras, en vez de agua pura y cristalina.

En los días que corren, podemos presenciar algo que hasta parece guión de película de bajo presupuesto. Resulta que, de aprobarse un nuevo impuesto a los chescos, la economía nacional colapsaría y más de una buenona-sin-seso, reclamaría para sí el legítimo título de "la última coca cola del desierto"... ¡Ah, jijo!

Grupos empresariales demandaron ayer al Congreso no aprobar una propuesta del Gobierno para gravar con 5% a los refrescos en el país, y advirtieron que el impuesto no solo afectaría a la industria, sino a las familias con ingresos más bajos.

Siguiendo aquella idea de nuestra proclividad hacia los productos chatarra, cabe recordar que los mexicanos podemos presumir de ser los mayores consumidores de refrescos de cola en el mundo. Lo cual no es ningún orgullo, pero ya ven como se las gastaba el anterior inquilino de Los Pinos, a quien siempre le gustaba ver el vaso medio lleno (y como no, si fue gerente de la Coca Cola, el muy jijo). Las consecuencias están a la vista (aquí me apropio de una cursi y falaz frase sexenal) "las dulces noticias, también son noticia":

La diabetes mellitus (DM) es una de las principales causas de la morbilidad y defunción en México.

Sin embargo, esto parece no importarles a los chesco-empresarios, quienes a través de su vocero, declaran que:

La Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) aseguró que el gravamen especial, adicional al 15% que ya pagan por impuesto al valor agregado (IVA), se traduciría en una disminución de la demanda en 638 millones de litros al año, la pérdida de más de 5 mil 800 empleos directos y 30 mil 700 indirectos, y una caída en la demanda de azúcares de más de 73 mil 200 toneladas. Durante la presentación de un estudio sobre los impactos posibles, Daniel Arenas, de la ANPRAC, afirmó que las familias de menos ingresos dedican una proporción casi igual de su gasto al consumo de refresco que a otros productos básicos.

¿Y por qué se prefiere beber agua carbonatada en vez de agua corriente? ¿Será porque la gente desconfía de la calidad del agua "potable" que llega entubada o porque el gobierno no ha implantado una política de abasto suficiente para todo el país... o, simplemente, porque le da su regalada gana, sin saber que el ex preciso otorgaba concesiones a precio de risa a sus cuatachos para explotar las aguas nacionales?

Me deja perplejo que, aún con capacidad para pagar un impuesto adicional, dadas sus exorbitantes ganancias, las refresqueras del país reaccionen contra la iniciativa y pretendan ampararse contra la medida. En todo caso, el pagano es Juan Pueblo, si aumentan el impuesto, hay menos puestos de trabajo, entre otras consecuencias; si no se hace, las enfermedades generadas por el consumo desmedido de productos chatarra, seguirán en la terrible lista de causas de morbilidad entre los mexicanos. Lástima que la solución esté tan a la mano (tomar menos coca y usar más el coco) y la raza no se de cuenta de ello.

Comentarios

  1. Impuestos a los refrescos, impuestos a la cerveza, a los coches... ¡definitivamente vivir en México es todo un lujo!

    Por otro lado, ¿por qué suena a amenaza la declaración de la ANPRAC? Como mencionas, ¿por qué las refresqueras no apechugan y aguantan en pro de sus clientes?

    Claro, el negocio (sea IP o gobieno) nunca pierde, pero alguien debe perder para que otros ganen ¿quién será?

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  2. ...los amigos de Fots? :-$

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  3. creo que el negocio de las refresqueras forma parte de muchos atros negocios que se han convertido en males necesarios en nuestro país. Existen comunidades en la sierra de Oaxaca donde es más fácil encontrar un refresco o una botella de agua enbotellada (de estas que las mismas embotelladoras venden) que una llave de agua... Ahora pensemos qué te tomarías primero en una comunidad con estas caracteríasticas, un chesco o un baso de agua directo le la llave...?

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